Los audífonos han evolucionado mucho en los últimos 50 años. Si bien todos ellos ayudarán a mejorar la calidad de su audición, existen diferencias entre cada tipo. Determinar qué tipo es el mejor para ti termina siendo una cuestión de preferencia personal en cuanto a apariencia y rendimiento.
Hay tres factores principales que influyen en la elección del tipo de audífono adecuado para ti: la pérdida auditiva, la anatomía del oído y sus necesidades auditivas específicas.
La pérdida auditiva varía de leve (dificultad para escuchar determinadas frecuencias) a profunda (apenas se puede oír algún sonido). Algunos tipos de audífonos son más apropiados para niveles específicos de pérdida auditiva.
Cada oído es único, como nuestra huella dactilar. Algunos tipos de audífonos pueden adaptarse mejor que otros, y esas particularidades son factores importantes a la hora de elegir el tipo de dispositivo que se va a utilizar.
Las necesidades auditivas no tienen una relación lineal con los umbrales auditivos. Eso significa que cada individuo tiene sus propias necesidades independientemente de cómo se manifieste la pérdida auditiva. Un profesional de la audición debe evaluar esas necesidades para abordar las características más adecuadas de las diferentes tecnologías de audífonos.
Esto es lo que la mayoría de la gente piensa cuando se habla de audífonos. Estos dispositivos contienen todos los componentes eléctricos dentro de su carcasa, que se ubica detrás de la oreja. Como el sonido amplificado que sale del BTE debe llegar al canal auditivo, se utiliza un tubo de conexión, que puede ser un molde personalizado o de adaptación instantánea con un tubo delgado. Los audífonos BTE suelen ser más potentes que otros tipos y cubren una gama más amplia de pérdidas auditivas, desde leves hasta profundas. Los BTE son fáciles de limpiar y manipular, y normalmente ofrecen una mayor duración de la batería.
Se han convertido en el tipo de audífono más popular debido a su ajuste sumamente flexible y práctico.
Con uno de los componentes eléctricos (el receptor) ubicado en el canal auditivo, conectado por un cable a los componentes restantes envueltos en una pequeña carcasa detrás de la oreja, los audífonos RIC son comúnmente más pequeños que los BTE y la mejor solución para quienes buscan un ajuste discreto.
Las pérdidas auditivas de leves a severas pueden beneficiarse de un dispositivo RIC y, gracias a una variedad de opciones de ajuste instantáneo para acopladores, se puede colocar sin un molde auditivo específico.
Audífonos personalizados, adaptados según la impresión del oído del usuario para brindar mayor comodidad y audibilidad.
Gracias a las enormes mejoras en la tecnología, los audífonos pueden fabricarse tan pequeños que se colocan dentro del oído sin piezas en el exterior. De esa manera, nada interferirá con sus gafas, su teléfono móvil o su estilo de vida. Estos audífonos son mejores para las personas con pérdida auditiva leve a moderada y pueden limitar su uso si la anatomía del oído es demasiado estrecha o si el tipo de pérdida auditiva requiere un concepto de adaptación abierta, que no bloquee por completo el canal auditivo.
Los audífonos ITC son un poco más grandes que los CIC, pero siguen siendo discretos. Todos los componentes están en la carcasa, lo que hace que este formato sea adecuado para personas con pérdida auditiva leve o moderada. Son fáciles de insertar, pueden tener funcionalidad inalámbrica y tienen una mayor duración de la batería.
Los audífonos CIC tienen un micrófono, un receptor y todos los componentes eléctricos intermedios insertados completamente en el canal auditivo. Si no hay suficiente espacio en el oído, esta adaptación puede no ser ideal. Estos dispositivos auditivos se ubican muy profundamente en el canal auditivo y apenas se ven desde afuera. Están diseñados para ayudar con pérdidas auditivas leves a moderadas. Se realiza una producción personalizada para adaptarse a la anatomía única de cada oído.
